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Campamento Violeta: un proyecto feminista que surgió en la frontera colombo-venezolana

Publicado el 30 de enero de 2023

Campamento Violeta: un proyecto feminista que surgió en la frontera colombo-venezolana

Campamento Violeta es un espacio de integración binacional para los liderazgos juveniles que caminan por el feminismo, el transactivismo, los Derechos Humanos y las redes de cuidado entre Colombia y Venezuela. El objetivo del Campamento es fortalecer conocimientos, intercambiar experiencias y transmitir herramientas que permitan la incidencia social y política de las participantes.

Share-Net Internacional financió su tercera versión (2022) a través de sus activation grants de colaboración de conocimiento. Aquí te contamos todo sobre este maravilloso proyecto.

7 cosas que debes saber sobre el Campamento Violeta

  • Campamento Violeta es un espacio creado por mujeres y para mujeres.
  • Enfoque transfeminista: los espacios que Campamento Violeta fomenta se dan desde un enfoque trans y no solo las mujeres cisgénero tienen cabida en él.
  • Enfoque transfronterizo: la red binacional es lo que diferencia a este proyecto, y la retroalimentación entre ambos países enriquece su propuesta.
  • La plataforma web de Campamento Violeta es una herramienta de uso abierto y está pensada para que pueda nutrir espacios feministas, académicos y comunitarios en ambos países.
  • Campamento Violeta cuenta con el apoyo de personas expertas que son referentes y que inspiran con sus experiencias de vida.
  • Campamento Violeta busca prevenir y transformar discursos de odio a través de diferentes acciones de movilización y de incidencia. Dichas estrategias buscan informar y educar a las comunidades de manera digital y territorial.
  • Campamento Violeta es un espacio en el que se aprende sobre participación política y sobre cómo manejar instrumentos jurídicos para exigir y garantizar derechos.

El proyecto de Campamento Violeta surgió en Colombia, en el año 2020, en el marco de la pandemia por COVID-19. Fue creado por mujeres y para mujeres que buscaban visibilizar situaciones relacionadas a los confinamientos sanitarios. Dos organizaciones en concreto, El Derecho a No Obedecer y el Observatorio de Asuntos de Género de Norte de Santander, se unieron para conversar sobre las emociones, dolores, retos, falta de acceso a derechos y violencias basadas en género que vivían las mujeres durante el confinamiento. Esto con el objetivo de conocer cómo lidiaban con estos temas desde sus casas y sin poder salir a denunciar o protestar. Según Gabriela Chacón, directora del Observatorio de Asuntos de Género de Norte de Santander, el primer Campamento Violeta “fue un escape a esas crisis y un espacio de autocuidado y para reforzar relaciones entre mujeres lideresas jóvenes que pudieran transmitir sus conocimientos a otras mujeres que se estuvieran encausando hacia los feminismos”.

¿Por qué un enfoque binacional y transfronterizo?

“Sabemos que hay unas dinámicas de ciudad frontera que impactan de manera diferenciada, a causa de la migración. Quisimos saber qué estaba pasando en Venezuela a raíz de la crisis humanitaria y cómo estaba la situación de Derechos Humanos de las mujeres en esta ubicación geográfica y en el marco de la pandemia”, explicó Brenda Pérez, coordinadora de Campamento Violeta.

“Es clave entender que se da en Cúcuta, porque el movimiento feminista en la ciudad y la unión de mujeres de ambos países han tomado más fuerza allí. Algunas son mujeres que tienen que desplazarse de su territorio y hacer valer sus derechos”, agregó Brenda Gutiérrez de El Derecho a No Obedecer.

Según Gabriela Chacón, en Colombia se ha avanzado en la creación de leyes y existe un marco normativo en torno a los Derechos Sexuales y Reproductivos, sin embargo, en Venezuela “aún falta mayor incidencia y acciones para construir políticas públicas y leyes que brinden protección a los derechos de las mujeres. Esa incidencia que se puede generar desde Campamento Violeta va a ser supremamente importante para poder avanzar en temas de derechos en ambos países”.

¿Cuáles han sido las temáticas llevadas a cabo en las diferentes versiones del Campamento y qué las ha motivado?

“En el 2020, nos enfocamos hacia el autocuidado, precisamente porque estábamos trabajando alrededor de gestión de emociones y dolores que, como mujeres, estábamos viviendo en el marco de la pandemia. En 2021 mantuvimos el enfoque de autocuidado y empezamos a hablar de participación política de las mujeres y de incidencia social, pues nos dimos cuenta de que las mujeres tienen mucho para decir. Así llegamos a la tercera versión, en la que nos centramos en los derechos sexuales y reproductivos, en respuesta a las necesidades expresadas por las chicas en los campamentos anteriores”, señaló Brenda Pérez. Share-Net Colombia apoyó esa tercera versión del Campamento desde la investigación, brindando bases y herramientas para facilitar el estudio de las temáticas.

Cabe resaltar que, uno de los desafíos más grandes en temas de salud sexual y derechos reproductivos que tuvieron que afrontar las mujeres durante los confinamientos y aislamientos en el marco de la pandemia fue el acceso al aborto libre, legal y seguro. Entidades como Profamilia adelantaron estudios en el tema y crearon estrategias a través de la telemedicina, para garantizar el acceso a este derecho.

¿Por qué el autocuidado es tema transversal en Campamento Violeta?

El autocuidado ha estado presente de forma transversal en todas las versiones del Campamento Violeta, pues desde las posturas y experiencias de cada una de las campistas, se le puede dar un significado diferente. “Es un autocuidado que no es solo individual, sino colectivo; como mujeres activistas nos cuidamos juntas en las calles. En Campamento Violeta incluimos espacios de acompañamiento psicosocial y enlazamos mujeres que estén solas, con otras mujeres y organizaciones en sus territorios”, expresó Brenda Pérez.

De acuerdo con Gabriela Chacón, el tema del autocuidado no solo surgió por la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, sino también por el contexto social y político que vivió Colombia en 2021 con el Paro Nacional: “Nos dimos cuenta de que cuando las mujeres salían a estos espacios convocados en el paro, estaban siendo acusadas y violentadas, no solo por la fuerza pública, sino también por los compañeros que hacían parte de los movimientos. No se estaba prestando una atención a la protección de los Derechos Humanos bajo un enfoque de género”.

Clic aquí para conocer la cartilla de autocuidado feminista.

¿Cómo funciona su estrategia pedagógica? ¿Qué metodologías se llevan a cabo en Campamento Violeta?

De acuerdo con las entrevistadas, el Campamento Violeta se realiza desde la acción participativa, ya que no se imponen temáticas específicas, sino que se gestionan conversaciones en las que las campistas brindan la información de acuerdo a sus experiencias y liderazgos. “Se trata de espacios que generen y provoquen conversaciones, debates y reflexiones. También nos interesa mucho descubrir discursos de odio que estén invisibilizados y que debemos cuestionar, con el acompañamiento de personas expertas e inspiradoras para los activismos”, señaló Pérez.

La estrategia pedagógica “está llamada a buscar referentes de mujeres feministas y que desde su trayectoria o experiencia puedan aportar al objetivo del campamento. Además, buscamos que las mujeres y colectivos que participen presenten sus propias metodologías y estrategias pedagógicas”, resaltó Chacón.

¿Qué problemáticas necesitan una mayor visibilidad?

Una de las temáticas que necesita especial atención, de acuerdo con Brenda Pérez, es la salud menstrual: “Cuando hacíamos la investigación y escuchábamos a las campistas, nos dimos cuenta de que se ha hablado bastante sobre temas como la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), pero muy poco sobre la salud menstrual y los derechos menstruales. La información es reducida y las necesidades muy grandes”.

De acuerdo con Gabriela Chacón, otro punto al que se le debe dar más visibilidad es la construcción de relaciones no heteronormativas. Es imperativo que estas relaciones sean libres y vistas sin señalamientos o juicios. “Nos dirigimos a mujeres jóvenes que todavía están en una etapa de exploración, de búsqueda y de preguntas sobre su sexualidad. Este es un punto que nos gustaría abordar desde la experiencia, para que puedan acceder a información confiable y verídica con la que puedan explorar y construir otras formas de relacionarse”, señaló Chacón.

¿Qué podríamos esperar para el Campamento Violeta 4.0?

Según las entrevistadas, aún falta para definir los temas y enfoques que tendrá la próxima versión del campamento, sin embargo, algunos acontecimientos políticos son clave para pensar en la cuarta versión:

“Algo que hemos concluido, desde ambos lados, es que la reapertura de la frontera es una decisión política que no solo se debe celebrar, sino que necesita mucho control político y social. Además, retornar a la presencialidad será un gran logro y favorecerá la gestación de las redes binacionales”, explicó Pérez.

William Mesa, director y coordinador de Comunicaciones del Observatorio de Asuntos de Género de Norte de Santander, explicó que se dará continuidad a los temas tratados en versiones anteriores del campamento, con el fin de convocar a otras mujeres que puedan participar en los espacios de formación. Además enfatizó en que se realizarán sondeos para identificar temas de mayor interés, temas que no se hayan trabajado aún y temas que se puedan trabajar con más intensidad. “Nos gustaría seguir abordando la salud sexual y reproductiva. También el tema de las sexualidades libres, que les gustó mucho a las campistas, no solo visto desde lo heteronormativo, sino también desde la diversidad de los cuerpos en tránsito y de las personas no binarias”, agregó Mesa.

Share-Net Colombia agradece a las siguientes personas por su tiempo y colaboración para la realización de esta nota:

Brenda Pérez, coordinadora de Campamento Violeta; Brenda Gutiérrez, representante de El Derecho a No Obedecer; Gabriela Chacón, directora del Observatorio de Asuntos de Género de Norte de Santander y William Mesa, director y coordinador de Comunicaciones del Observatorio de Asuntos de Género de Norte de Santander.

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