Las tareas de cuidado contribuyen al bienestar social y al funcionamiento de la economía nacional, sin embargo, son las mujeres quienes cargan con la mayor parte de estas funciones, lo que implica que deban aplazar oportunidades de desarrollo personal.
¿Qué es la economía del cuidado?
De acuerdo con el artículo 2 de la Ley 1413 de 2010, la economía del cuidado es “el trabajo no remunerado que se realiza en el hogar, relacionado con mantenimiento de la vivienda, los cuidados a otras personas del hogar o la comunidad y el mantenimiento de la fuerza de trabajo remunerado. Este trabajo de hogar no remunerado incluye los servicios domésticos, personales y de cuidados generados y consumidos dentro del propio hogar, por los que no se percibe retribución económica directa. Esta categoría de trabajo es de fundamental importancia económica en una sociedad”.
Algunas tareas de cuidado no remuneradas son el suministro de alimentos, mantenimiento de vestuario, limpieza y mantenimiento del hogar, compras y administración del hogar, actividades con menores de 5 años, apoyo a personas del hogar, cuidado físico a personas del hogar (ayudar a comer, bañarse, vestirse, etc.), cuidado pasivo (vigilar o estar pendiente), traslados relacionados con las tareas de cuidado y otras (DANE).
Existe una carga desigual en las tareas de cuidado
Históricamente, las mujeres han llevado la mayor parte de la carga de las tareas de cuidado y apoyo, a causa de diferentes factores, por ejemplo, los roles de género tradicionales, las expectativas culturales y sociales interiorizadas desde la infancia tanto en hombres como mujeres, la falta de leyes y políticas que promuevan la igualdad, las brechas salariales, entre otros.
Esta desigualdad en las tareas de cuidado, sumada a las otras inequidades de género, implica que las mujeres tengan menos tiempo o energía para desarrollarse en diversos aspectos y que deban aplazar o sacrificar oportunidades profesionales o académicas, lo cual impide que logren su autonomía económica. La sobrecarga en las actividades de cuidado también causa que las mujeres y niñas tengan menos tiempo libre para disfrutar actividades recreativas o que dispongan de tiempo para realizar actividades no laborales.
Trabajo de cuidado no remunerado en cifras
- De acuerdo con el último informe de las Naciones Unidas sobre el avance en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a diario, las mujeres invierten 2.8 horas más de trabajo de cuidado no remunerado que los hombres. Si seguimos equilibrando la balanza de la equidad de género al ritmo actual, el tiempo que invierten las mujeres en tareas de cuidado se reducirá un poco, sin embargo, se prevé que para el año 2050, las mujeres sigan dedicando 2.3 horas más que los hombres a tareas de cuidado no remunerado.
- Según los resultados de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) 2020-2021, en Colombia, un 90,3% de mujeres mayores de 10 años participa en actividades de trabajo no remunerado, mientras que un 63,0% de hombres mayores de 10 años hace parte de actividades no remuneradas.
- La ENUT también señala que, en Colombia, en promedio, las mujeres de 10 años y más invierten a diario 7 horas y 44 minutos de su tiempo a actividades de trabajo no remunerado, mientras que los hombres de 10 años y más dedican en promedio 3 horas y 6 minutos a diario a este tipo de actividades.
- Además, la encuesta ENUT destaca que, en Colombia, las mujeres cuya actividad principal es realizar oficios del hogar, “dedican, en promedio, 9 horas y 46 minutos diarios a actividades de trabajo no remunerado, mientras que este tiempo es de 3 horas 54 minutos para los hombres con la misma actividad”.
- Para 2020-2021, la carga global, entendida como “el tiempo diario promedio destinado a actividades de trabajo remunerado y no remunerado para la población que realiza actividades de los dos tipos de trabajo”, en Colombia equivale a 13 horas y 3 minutos para las mujeres, mientras que, para los hombres, equivale a 10 horas y 41 minutos, señala la ENUT.
- De acuerdo con un boletín de 2020 del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y ONU Mujeres, la producción del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados equivale al 20% del PIB* colombiano, “esto significa que si este trabajo se pagara sería el sector más importante de la economía, por encima del sector de comercio (18% del PIB), el sector de administración pública (15%) y el de industria manufacturera (12%)”.
*PIB: valor monetario de todos los bienes y servicios finales producidos por un país en un periodo determinado. Banco De la República de Colombia.
¿Por qué es importante promover la equidad en tareas de cuidado?
- Al igualar la carga en las tareas de cuidado, se contribuye a cerrar la brecha de género, no solo porque las mujeres tienen más tiempo para desarrollarse en diversos ámbitos, sino porque pueden disfrutar más tiempo para descansar, divertirse y participar activamente en sus comunidades.
- La equidad en las responsabilidades y tareas de cuidado es necesaria para explotar el potencial de las mujeres y mejorar la productividad económica mundial. En 2015, la reconocida consultora McKinsey & Co explicó que si todos los países trabajaran por cerrar la brecha de género y las mujeres participaran de manera equitativa en la economía, se agregarían 12 trillones de dólares al PIB mundial en 2025, sin embargo, por ahora ningún país está cerca de alcanzar la igualdad de género y se estima que para 2030, millones de mujeres y niñas sigan viviendo diversos tipos de desigualdades.
- Al alcanzar la igualdad de género y lograr que las tareas de cuidado sean equitativas, se contribuye a reducir la pobreza, se promueve el acceso de mujeres y niñas a la educación, y, por lo tanto, a trabajos remunerados. Además, se logra una mayor participación social y política de las mujeres y un mayor número de mujeres en cargos directivos.
Para alcanzar la equidad en las actividades de cuidado no remunerado es necesario crear políticas que promuevan la igualdad de género, como, por ejemplo, la creación de licencias parentales que permitan a padres y madres participar de manera igualitaria en el cuidado de los hijos, la flexibilidad laboral para padres y madres, pero especialmente para aquellas mujeres que son cabeza de hogar, fomentar servicios de cuidado asequibles y de calidad que permitan a las personas cuidadoras desarrollarse académica y profesionalmente, y promover la educación en igualdad de género desde edades tempranas.
En Share-Net Colombia estamos convencidas de que paulatinamente más personas se hacen conscientes de la importancia de cerrar la brecha de género y trabajan por cambiar las dinámicas que hacen que las mujeres carguen con la mayor parte de las tareas de cuidado no remunerado. ¿Qué acciones implementarías en tu cotidianidad para lograr la igualdad de género en las tareas de cuidado? Cuéntanos en comentarios.