Publicado el 21 de febrero de 2023
Según el último informe presentado por Unicef referente a este tema, ‘Análisis de situación de los Matrimonios Infantiles y las Uniones Tempranas (MIUT) en Colombia 2010-2020’, Colombia ocupa el puesto 20 a nivel mundial con respecto al número de niñas casadas o unidas antes de cumplir los 15 años. Además, en comparación con América Latina y el Caribe, el país se encuentra en el puesto 11 en adolescentes unidas antes de cumplir 18 años.
El informe entregado por el ente internacional aporta evidencia sobre esta práctica que vulnera en muchos casos los derechos de las niñas, niños y adolescentes, además, reconoce los desafíos que estos enfrentan a diario en sus contextos. Esta investigación recopila datos cualitativos y cuantitativos, y testimonios sobre los MIUT durante la última década en Colombia.
El documento evidencia que es más probable que las niñas y adolescentes mujeres en Colombia resulten como víctimas de este tipo de relaciones y, por lo tanto, se vulneren sus derechos y el desarrollo apropiado de su infancia se vea afectado. La diferencia del impacto de este fenómeno entre niñas y adolescentes mujeres y niños y adolescentes hombres “se explica, en parte, porque los MIUT se construyen y legitiman sobre creencias y prácticas patriarcales arraigadas”, por tal motivo los MIUT se consideran como una forma de violencia basada en género (VBG) que expone a las niñas y adolescentes mujeres a la violencia intrafamiliar, embarazos tempranos y no deseados, y a una sobrecarga de actividades domésticas que impiden a las mujeres alcanzar metas profesionales e independencia económica.
Basta con consultar la cifra reportada por el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2018 realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en el que se constata que el 8,.6% de la población de niñas y adolescentes mujeres entre 10 y 19 años (cerca de 340.083) reportan matrimonios infantiles y uniones tempranas, mientras que para los niños y adolescentes hombres de la misma edad este porcentaje fue de 3,.2% (133.293 aproximadamente). Las cifras anteriores son prueba de que las niñas, niños y adolescentes en Colombia no cuentan con garantía de sus derechos ni pueden vivir una infancia y adolescencia de manera libre y segura.
En el reporte, UNICEF Colombia también hace evidente la relación que existe entre las condiciones de vulnerabilidad socioeconómica de los territorios y el aumento de los MIUT. Se evidencia que hay una mayor incidencia de casos de MIUT en departamentos como Vichada, Amazonas, Chocó, La Guajira y Caquetá, los cuales a su vez evidencian una mayor pobreza multidimensional(1). La organización también señala que estas zonas también presentan situaciones de emergencia humanitaria por altos flujos migratorios mixtos entre Colombia y Venezuela, por estragos causados por la pandemia del COVID-19 y el conflicto armado, entre otras razones.
Sin embargo, los MIUT no solo son una consecuencia de la pobreza, sino que además contribuyen a perpetuarla generando ciclos de pobreza(2), que, según UNICEF, limitan las capacidades y oportunidades para alcanzar autonomía, independencia y empoderamiento económico en la transición de estos niños, niñas y adolescentes a la vida adulta.
Las afectaciones en la transición a la vida adulta también “están mediadas por una causa-efecto central: la deserción escolar”, señala el documento. La falta de educación escolar es un factor que influye significativamente en la pobreza familiar, y, según el Ministerio de Educación Nacional, la deserción escolar en Colombia se presenta por varias razones, como la necesidad de trabajar, la necesidad de encargarse de las tareas del hogar, el embarazo, entre otras. Los motivos mencionados anteriormente incrementan las posibilidades de que se presenten los MIUT y al mismo tiempo son consecuencias de este tipo de relaciones.
Tanya Chapuisat, representante de UNICEF en Colombia, aseguró que esta investigación “permite visibilizar un fenómeno que por mucho tiempo ha permanecido normalizado en el país y en la región, y de esa manera contribuye a la identificación de medidas para su efectiva prevención, atención y erradicación”.
Este estudio no solo deja en evidencia una problemática social y económica que afecta a miles de niños, niñas y adolescentes en el país, también presenta los vacíos en instituciones, leyes y políticas públicas con las que se podrían mitigar los MIUT. Si bien en Colombia los MIUT están catalogados como un problema de salud pública, existen leyes que, por ejemplo, permiten el matrimonio infantil para mayores de 14 años, con consentimiento de los padres, lo cual no hace sentido si se quiere trabajar por la erradicación de esta problemática. Algunas organizaciones internacionales y nacionales han trabajado por visibilizar el fenómeno de los MIUT a través de diferentes acciones y proyectos que pueden consultarse en la sección 3 del informe, ‘¿Qué se ha hecho al respecto en Colombia?’.
Desde Share-Net Colombia resaltamos la importancia de:
1.Insistir en la formulación, aprobación y promulgación de leyes que prohíban y sancionen los MIUT con niñas y niños, eliminando las excepciones que están en el código civil, fortaleciendo y estableciendo políticas públicas que conlleven a la prevención y erradicación de este flagelo.
2. Ampliar el acceso y oferta de Servicios de Salud Sexual y Reproductiva (SSR) para niños, niñas y adolescentes, pues el mismo informe reconoció que este es “uno de los mayores cuellos de botella”, debido a la dificultad de acceso en términos geográficos, la pertinencia en el servicio de salud y los obstáculos para la asignación de citas. La falta de acceso a información y servicios de Salud Sexual Reproductiva impide el conocimiento sobre métodos de planificación familiar y perpetúa prácticas condicionadas por el entorno y la familia, que, en ocasiones, pueden ser nocivas para la salud de los niños, niñas y adolescentes, como, por ejemplo, la mutilación genital femenina.
3.Sensibilización social para la transformación de las normas sociales de género e infancia. UNICEF explicó que “los MIUT existen en tanto la reproducción de los roles de género hegemónicos dentro de los hogares limita el ejercicio pleno de los derechos”.
Te invitamos a leer el informe completo en nuestra biblioteca virtual.
1. Es decir, que sus habitantes presentan dos o más carencias de las siguientes dimensiones de la pobreza: trabajo, salud, condiciones educativas del hogar, condiciones de la niñez y juventud y el acceso a los servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda.
2 Estos ciclos se crean con la transmisión intergeneracional de situaciones de pobreza familiar. En Colombia, los ciclos de pobreza se mantienen por factores como la deficiencia en la atención a ciertas regiones, la falta de acceso a trabajos dignos y la extrema desigualdad económica y social.