Publicado el 26 de julio de 2022
En tan solo dos décadas la conciencia pública, científica y médica sobre las vidas y las problemáticas que afrontan las personas de la población LGBTIQ+ ha aumentado de forma significativa. Esta conciencia inicia con cambios sociales importantes que buscan la comprensión e inclusión de las identidades sexuales y de género y el surgimiento de movimientos por los “derechos de los homosexuales” en Estados Unidos durante la década de 1970.
Aunque en los años 80 se creó un estigma sobre el VIH/SIDA que estaba injustificadamente asociado a la población gay, durante ese periodo también se registró la primera atención pública y de investigación a los jóvenes LGBT centrada específicamente en la salud mental. Entonces, se empezaron a identificar tasas preocupantes de comportamiento suicida informado entre los jóvenes “homosexuales” y se elaboró un informe federal sobre “suicidio de jóvenes homosexuales”, lo que generó cambios en la política y la investigación que hoy presentan una base sólida de conocimiento sobre la salud mental en la población LGTBIQ+.
Si bien la información está centrada en un solo país, en el continente Latinoamericano también se vivieron contextos similares. En 2016, la ONU en América Latina y el Caribe hizo un llamado para que se eliminen barreras que aumentan la exclusión social de las personas LGBTI+, debido a que se ha demostrado que esta exclusión o ambiente de rechazo, tanto por sus grupos de apoyo como entornos socioculturales, puede generar conductas autodestructivas.
“El sentirse rechazado por motivo de la orientación sexual se ha relacionado con comportamientos asociados al suicidio. Existe amplia evidencia de que los adolescentes que se identifican como gays, lesbianas o bisexuales tienen mayor riesgo de experimentar síntomas de depresión, ideación e intentos suicidas que los adolescentes heterosexuales”, aseguran los investigadores de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Cayey, María del C. Fernández Rodríguez y Fernando Vázquez Calle en su investigación “En torno al rechazo, la salud mental y la resiliencia en un grupo de jóvenes universitarios gays, lesbianas y bisexuales”.
Alrededor de esta situación que tiene un enfoque diferencial frente al problema de salud pública que ya existe a nivel mundial debido al aumento de enfermedades mentales en la población general, desde Share-Net Colombia quisimos dedicar nuestro segundo webinar a conversar sobre el contexto de la Salud Mental de la Población LGBTI+ en América Latina desde la visión de profesionales de salud, la académica y la red de apoyo conformada por familiares y amigos.
En este panel, nos acompañó la Coordinadora Nacional de Salud Mental de Profamilia, Gina Paola Duarte como moderadora, así como Jaime Barrientos Delgado, doctor en Psicología Social, pionero en investigación LGBT en Chile, escritor del libro titulado: La violencia homofóbica en América Latina y Chile (2015) y actual profesor titular en la facultad de psicología de la Universidad Alberto Hurtado, quien durante su intervención habló del concepto de “homofobia” acuñado durante las décadas mencionadas anteriormente, que puso un acento a la violencia que se ejerce sobre la población LGBT, violencias en todos niveles que además se han incrementado al punto de crear movimientos “antigéneros”, que promueven una resistencia al avance en el ámbito de derechos.
Además, mencionó la responsabilidad que ha tenido su área de conocimiento, la psicología, con la patologización de todo lo relacionado con lo LGBTIQ+ y, por tanto, el estigma.
Por su parte Claudia López, directora de la ONG de Amigos y Familiares por la Diversidad Sexual y de Género (FAUDS) y educadora de formación, hizo énfasis en los factores de riesgo y detección temprana en salud mental. Alertó a las familias, amigos y redes de apoyo de las personas de la población LGBTI+ sobre el daño que puede hacer la falta de información, el desconocimiento y los miedos a la diversidad.
López explicó la importancia de que las familias estén preparadas para cuidar y amar a una persona que hace parte de la población LGBTI+, teniendo muy en cuenta los factores de riesgo en salud mental para una detección temprana de cualquier síntoma de alarma, así como la forma en que se gestionan los espacios de “sospecha” o “salida de closet”, ya que deben convertirse en lugares de amor y confianza para esa persona.
La directora de FAUDS también hizo un llamado frente a la ausencia que existe en Latinoamérica de programas especializados para la población LGBTI+, así como servicios de ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) y atención temporal HSH (Hombres que tienen relaciones Sexuales con Hombres) capaces de reconocer las necesidades de esta población con un enfoque diferencial y de atención humanizada, ya que al no existir, estas personas entran en situaciones de vulnerabilidad que aumentan el riesgo, el miedo y el rechazo.
Aaron Puescas, psicólogo de PROMSEX, complementó este llamado aclarando que, al no tener un lugar en las redes de salud, se está situando la diversidad en el lugar del otro, en la “otredad”, como consecuencia no existe un programa integral que reconozca las necesidades de cada persona diversa.
Aunque el panorama de la salud mental descrito por los panelistas tiene una mirada desalentadora, ya que, durante la pandemia por COVID-19, no solo aumentaron los casos de Violencia Basada en Género dirigida a la población LGBTI+, sino, el reporte de depresión y ansiedad como enfermedad, Jaime Barrientos resaltó que la legislación ha eliminado un poco el daño a la población LGBTI+ asegurando derechos básicos, como en el caso de Chile, donde ya existe una ley de Identidad de Género desde el 2016, lo que nos da al resto de los países de América Latina una luz sobre cómo empezar a gestionar el cambio social que debe existir para asegurar que menos personas LGBTI+ sufran violencias y, así mismo, disminuya el riesgo de que desarrollen de forma temprana enfermedades mentales que les lleven a cometer suicidio.
Para cerrar la conversación, Puescas mencionó que la psicología debe empezar a utilizar los recursos ya existentes dentro de la población LGBTI+ para generar herramientas que mitiguen el potencial riesgo en la salud mental de estas personas, “a lo largo de la vida las personas LGBTIQ vamos construyendo comunidad. Construimos un entorno que se ajusta a nuestras necesidades. En el caso de las personas trans, crean sus propias redes que se convierten en familias. Incluso cuentan con ‘la trans mayor’ que es la madre, una madrina que les brinda consejos en todos aspectos, desde cómo cuidarse hasta cómo acceder a hormonas” y es en estos escenarios donde se deben construir las estrategias y la confianza que deben lograr los sistemas políticas, sociales y de salud en los países.
Claudia López resaltó que en FAUDS hay personas que se dedican a acompañar, generar red, empoderar familiares y amigos para acabar con la desinformación. “Se trata de hacer un sondeo y generar espacios para crear puentes. Puentes que sirven para romper con la falta de información y direccionar hacia otras instituciones que faciliten el acceso a diversos servicios”.
Share-Net Colombia como proyecto y organización se siente orgullosa de generar estos espacios donde el conocimiento de los diferentes rincones de América Latina se puede encontrar para ampliar los saberes sobre Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos. Para ver el webinar completo, da clic en este enlace: Webinar: Salud mental en población LGBTIQ+